Desde hace ya un tiempo muchas de nuestras calderas convencionales, se están sustituyendo por calderas murales "de condensación". Estas calderas, a diferencia de las calderas convencionales que permiten que los gases de evacuación puedan salir libremente a la atmósfera cargados de calor y emisiones contaminantes, las de condensación, utilizan este calor para su aprovechamiento transmitiéndolo al circuito de agua caliente sanitaria o calefacción. La condensación no sólo aumenta significativamente la eficiencia de la caldera, sino que reduce las emisiones de gases contaminantes a niveles insignificantes. El humo blanco que desprenden al exterior, en su mayoría, es vapor de agua. Pero para evitar que este agua se condense al salir al exterior, las calderas llevan una conexión al desagüe (colocado normalmente en la salida de la lavadora de nuestras terrazas). Por ello, estas calderas no deberían "tirar agua" al exterior, por la salida de humos. Si lo hacen, es debido a que la inclinación del tubo de humos no es suficiente. Esta inclinación hace que el agua que se condensa en el tubo vuelva a la caldera y salga al desagüe de la lavadora. Dado que se observan cada día más calderas de este tipo y que algunas tiran el agua a la calle, debido a la mala inclinación, rogamos que se verifiquen dichos tubos para evitar pequeñas gotas-charcos, que en invierno se han helado, con el consiguiente peligro para los vecinos. Se adjuntan fotos de ejemplo, de dicho efecto.
